Es necesario comprender claramente la diferencia entre el alma que evoluciona (ser
psíquico) y el puro Atman, ser esencial o espíritu. El ser esencial puro no nace, no pasa
por el proceso de la muerte y el nacimiento, no depende del nacimiento ni del cuerpo, ni
de la mente, ni de la vida, ni de la Naturaleza manifestada. No está atado por estas cosas,
no está limitado ni afectado por ellas aunque las asume y las sostiene. El alma, por el
contrario, desciende en el nacimiento y pasa, por medio de la muerte - aunque ella en sí
misma no muera, porque es inmortal- de un estado a otro, del plano terrestre a otros
planos; después regresa a la existencia terrestre. Ella persigue, por esta progresión de vida
en vida, una evolución ascendente que la conduce hasta el estado humano, y hace
evolucionar, a través de todo eso, un ser de ella misma que nosotros llamamos el ser
psíquico que sostiene la evolución desarrolla una consciencia humana física, vital y
mental, como instrumentos para adquirir experiencia del mundo y para una autoexpresión
disfrazada, imperfecta, pero creciente. Todo eso ella lo hace desde detrás de un velo,
dejando entrever algo de su ser divino solamente en la medida en que se lo permite la
imperfección del ser instrumental. Pero llega un momento en que ella es capaz de
prepararse para salir de detrás del velo a tomar el mando y a orientar toda la naturaleza
instrumental hacia una realización divina. Es el comienzo de la verdadera vida espiritual.
El alma es capaz entonces de prepararse para la evolución de una consciencia manifestada
que será superior a la consciencia humana mental: puede pasar del estado mental al estado
espiritual y, por los diversos grados del estado espiritual, al estado supramental. Hasta
aquí, no hay razón alguna para que ella cese de nacer: de hecho no puede dejar de hacerlo.
Si, habiendo alcanzado el estado espiritual, ella tiene la voluntad de salir de la
manifestación terrestre, puede en verdad hacerlo -pero una manifestación más alta es
igualmente posible, en el Conocimiento y no en la Ignorancia.